"La otra cara del amor"(Ken Russell)
El caso de Tchaikovsky y su música trae siempre aparejado a colación la eterna cuestión de los gustos musicales;vale decir porqué hoy un compositor está de moda y mañana es relegado al olvido.
Aún en este siglo ilustrado,el mero nombre de Tchaikovsky suscita entre legiones de prejuiciosos, calificativos tales como ampuloso,superficial o sensiblero.
Gracias al compositor Igor Stravinsky ,fue reinvindicado a los treinta y cinco años de su muerte, cuando Igor estrenó
El Beso del Hada,un ballet sobre un cuento de Andersen ,con canciones y piezas para piano de Piotr Illich.
Fue entonces que se fueron formando opiniones favorables alrededor de la idea de que otros valores animaban la música deTchaikovsky,además de ser "taquillera".
Fue sin duda uno de los dos ó tres orquestadores más grandes del siglo diecinueve
.Sus partituras son modelo de exactitud y pureza de intención,ya fuese su propósito la delicadeza,como es el caso de la Danza de los mirlitones-del ballet Cascanueces-,o el estrépito como en el clímax de Francesca de Rimini.
Las melodías de Tchaicovsky no son originalmente vocales,pero son las que mejor cuadran,por su carácter dilatado y avallasador, para el tratamiento que le dio el músico.Tal vez es por eso que Tchaikovsky nunca compuso una gran canción ni una gran ópera y, en cambio sí compuso grandiosa música sinfónica..
La música de Tchaicovsky ha sufrido el desgaste propio de lo muy manoseado.
Sólo es preciso que Ud., como oyente, consiga tomar suficiente distancia frente a fragmentos ,como el Andante Cantábile de la 5° Sinfonía,para poder juzgarlos por sus propios términos...
Ud ,seguramente va a descubrir desde esa perspectiva el talento con que sus temas fueron perfilados y contrastados y qué bien luce el movimiento dentro del diseño total de la partitura.
Hoy,los que somos admiradores inteligentes de Piotr Illich Tchaicovsky nos vemos atraídos por esa claridad de propósitos y ejecución,tanto o más que por la magnífica gestualidad ,la deslumbrante inventiva instrumental y la infalible de los contrastes dramáticos de su música.
Sus sinfonías, sus ballets y óperas,sus obras de cámara y piezas para piano,todas hablan, en definitiva, con la misma voz elocuente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario